UNIVERSO: LAS ESTRELLAS COLOSALES FORJARON LOS PRIMEROS CÚMULOS DEL UNIVERSO
Estrellas colosales: los gigantes que forjaron los primeros cúmulos del universo
Un grupo de astrofísicos descubrió cómo unas estrellas gigantescas, miles de veces más grandes que el Sol, dieron forma a los primeros cúmulos estelares y galaxias del universo. Estas estrellas colosales no solo sembraron los elementos químicos que hoy encontramos en los cúmulos más antiguos, sino que también podrían haber sido las semillas de los primeros agujeros negros.
Los testigos más antiguos del cosmos
Los cúmulos globulares son enormes esferas formadas por
cientos de miles o incluso millones de estrellas. Se encuentran en casi todas
las galaxias, incluida la Vía Láctea, y son tan antiguos que muchos se formaron
poco después del Big Bang, hace más de 10 mil millones de años.
Sin embargo, las estrellas que los componen presentan huellas químicas muy inusuales, con proporciones extrañas de elementos como helio, nitrógeno, oxígeno, sodio, magnesio y aluminio. Durante décadas, los astrónomos se preguntaron qué proceso pudo alterar así el gas original del que nacieron esas estrellas.
El papel de las estrellas extremadamente masivas
El nuevo modelo propuesto por el equipo muestra que, en los cúmulos más grandes y densos del universo primitivo, el gas turbulento podía generar estrellas extremadamente masivas (EMS), con entre 1.000 y 10.000 veces la masa del Sol.
Estas estrellas vivían muy poco, apenas uno o dos millones de años, pero liberaban poderosos vientos estelares que esparcían elementos creados por reacciones nucleares a altísimas temperaturas. Ese material se mezclaba con el gas del entorno, formando nuevas generaciones de estrellas con composiciones químicas únicas.
Como explica Gieles:
“Nuestro modelo demuestra que solo unas pocas estrellas colosales bastan para dejar una huella química permanente en todo un cúmulo estelar.”
Este proceso ocurría antes de las explosiones de supernovas, evitando que el gas fuera contaminado por otros materiales más pesados.
Las primeras semillas de agujeros negros
Según el estudio, las estrellas gigantes del universo temprano pudieron ser las precursoras de los primeros agujeros negros. Al final de sus cortas vidas, colapsaban bajo su propia gravedad, dando origen a agujeros negros de masa intermedia, con más de 100 veces la masa del Sol.
Estas huellas podrían estar siendo observadas hoy por el
Telescopio Espacial James Webb (JWST), que ha detectado galaxias jóvenes con
altos niveles de nitrógeno, una señal compatible con la presencia de estas
antiguas estrellas colosales.
Cómo comenta el investigador Paolo Padoan (Dartmouth College e ICCUB-IEEC):
“Las estrellas extremadamente masivas pueden explicar de
forma natural las galaxias enriquecidas en nitrógeno que el Webb observa en el
universo primitivo.”
En resumen
Este trabajo conecta tres piezas fundamentales de la historia cósmica:
- La formación de las primeras estrellas.
- El enriquecimiento químico del universo.
- El nacimiento de los primeros agujeros negros.
Gracias a estas estrellas colosales, el universo primitivo
no era un lugar oscuro y vacío, sino un escenario vibrante donde la materia
comenzaba a transformarse en todo lo que conocemos hoy: planetas, galaxias y,
eventualmente, vida.
https://youtube.com/shorts/7gZ7uw0zWeA
Fuente: https://www.sciencedaily.com/releases/2025/11/251106003212.htm
(Imagen creada con IA)
