UNIVERSO: 3 I/ATLAS, EL COMETA QUE DESPERTÓ MITOS

 

El cometa 3I/ATLAS y los mitos que despertó: ¿se alineará con las Pirámides de Egipto en Nochebuena de 2025?

En octubre de 2024, un cometa descubierto por el sistema ATLAS —un proyecto de la NASA para detectar asteroides peligrosos— se acercó al Sol y, de paso, a nuestra imaginación. 

Su nombbre oficial es C/2024 S1 (ATLAS). No era especialmente grande ni brillante, pero su comportamiento cerca del perihelio (el punto más cercano al Sol) generó titulares, memes y teorías que aún circulan en redes. Aquí desglosamos los cinco mitos más virales, con datos reales y sin especulaciones.

“Es una nave extraterrestre”La idea surge porque el cometa mostró chorros de gas (jets) muy visibles al sublimar su hielo bajo el calor solar. Algunos interpretaron esos “reactores” como propulsión artificial.Realidad: Los jets son un fenómeno natural y bien estudiado. Cuando un cometa se acerca al Sol, el hielo de agua, dióxido de carbono y otros compuestos pasa directamente a gas, escapando a alta presión desde grietas en la superficie. La misión Rosetta de la ESA fotografió cientos de jets en el cometa 67P en 2014-2016. No hay trayectoria “perfecta” ni maniobras: ATLAS siguió una órbita elíptica predecible, calculada con precisión por observatorios como el Catalina Sky Survey y el Pan-STARRS.“Va a chocar con la Tierra”En redes circularon mapas falsos mostrando una trayectoria que rozaba nuestro planeta.Realidad: El cometa pasó su perihelio el 28 de octubre de 2024 a solo 0.39 UA del Sol (58 millones de km). Su distancia mínima a la Tierra fue de 1.8 UA, es decir, más de 270 millones de kilómetros —casi el doble de la distancia promedio entre la Tierra y el Sol. No representó riesgo alguno. La órbita está publicada en la base de datos del Minor Planet Center y puede verificarse en herramientas como NASA JPL Horizons.“Su cola desapareció misteriosamente”Tras el perihelio, muchos notaron que la cola —antes visible— parecía haber desaparecido.Realidad: No desapareció. Solo cambió de orientación. Cuando un cometa se aleja del Sol, su cola (formada por polvo y gas empujados por la radiación solar) siempre apunta lejos del Sol. En noviembre de 2024, ATLAS se movía casi en línea recta desde nuestra perspectiva, por lo que la cola quedó apuntando directamente hacia nosotros. Desde la Tierra, eso la hace casi invisible a simple vista o con telescopios pequeños. Es un efecto óptico, no un misterio.“Profecía cósmica”Por ser un cometa de período largo (vuelve cada miles de años) y por su actividad intensa, algunos lo interpretan como “señal de cambio”, “fin de ciclo” o “mensaje cósmico”.Realidad: La ciencia no asigna significado simbólico a los cometas. Son restos del sistema solar primitivo, congelados desde hace 4.600 millones de años. Su rareza es estadística: los cometas de período largo son menos frecuentes que los de corto período (como el Halley), pero no únicos. El último similar fue C/2011 L4 (PANSTARRS) en 2013. La interpretación como “presagio” pertenece a la mitología, la astrología o la espiritualidad —no a la astronomía.“El plan cósmico de las Pirámides”Este es el mito más viral: un post en X afirmó que ATLAS “disparó siete reactores” con el mismo ángulo que las caras de las Pirámides de Giza (51.5°) y que el 24 de diciembre de 2025 cruzaría un “ángulo celeste” alineado con la Gran Pirámide.
Realidad:

• No hubo “siete reactores” simétricos. Las imágenes que circulan son tomas de aficionados con exposición larga, donde los jets se superponen y parecen más organizados de lo que son.
• La inclinación de las pirámides es 51.5° respecto a la base, un ángulo elegido por estabilidad estructural y simbolismo (posiblemente relacionado con la proporción áurea).
• El cometa no cruza ningún “ángulo celeste” en Nochebuena de 2025. Para esa fecha, ATLAS ya estará a más de 3 UA de la Tierra, alejándose hacia el espacio interestelar. Su trayectoria no pasa cerca de la constelación de Orión ni forma alineación alguna con Giza.
• Las pirámides sí están alineadas astronómicamente (sus caras apuntan a los puntos cardinales con error de menos de 3 minutos de arco), pero eso es obra de los arquitectos egipcios hace 4.500 años, no una predicción de cometas futuros.

Conclusión: maravilla sin misterioEn resumen: más allá de los mitos y profecías, este visitante interestelar representa una oportunidad única para estudiar los materiales que provienen de otros sistemas solares y comprender mejor el origen de los cometas.3I/ATLAS continúa su viaje a gran velocidad a través del sistema solar interior, recordándonos lo poco que conocemos del universo… y cuánto tendemos a buscar significado en los cielos.










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